
Luego de diez años de sobriedad cuenta sus experiencias a los jóvenes para que no caigan en el libertinaje
XILITLA- Para Benito Pérez Santos, ser cristiano es tener un encuentro con Dios, porque Él nos llama de manera natural, asegura “mi familia, me enseñó a ir a la iglesia católica, pero saliendo de ahí yo podía hacer lo que me diera la gana”.
Hace 10 años se retiró del vicio. Fue drogadicto, vicioso y mujeriego.
Ahora su fe es más grande después de haber sufrido la pérdida de su familia, tras la separación de su matrimonio, debido a sus vicios por el alcohol y las drogas.
“A veces no nos damos cuenta de que Dios existe porque lo buscamos a través de la brujería, yo pensaba que los lujos estaban con Dios, sin embargo Él nos ama a todos pero no aprueba lo que hacemos”.
Refiere, que el ser humano de un pedazo de madera hace una imagen pensando que ahí está Dios y de lo que sobra cocemos el pan o los alimentos, lo que considera una cerrazón por ser parte del ser humano.
“A Dios no le agrada la borrachera, las orgías, el robo, lo anterior está escrito en los diez mandamientos en éxodo, Dios ha puesto muy en claro lo bueno y lo malo”.
Recordó, que se volvió cristiano cuando emigró a los Estados Unidos “una persona llegó y me habló de Cristo y nunca imaginé el cambio que tendría en mi vida”.
Cuenta “como yo era un mujeriego, acepté la invitación y ahí me gustó una muchacha muy bonita y me hinqué frente al altar y fue ahí cuando tuve un encuentro con Dios, cuando me arrodillé sentí una descarga y ahora vivo en paz con Dios en mi interior”.
“He encontrado la verdad en estos años en una familia de seis integrantes cuatro hijos mi esposa y yo”.
Indicó que su mensaje a los jóvenes, es que lean la palabra de Dios, la Biblia dice que quienes no conocen a Dios, tienen un velo y no pueden ver lo espiritual, “conocerán la verdad y la verdad los hará libres”, finalizó.
Benito Pérez Santos, hace 15 años dejó las drogas y el alcohol, gracias a que ahora es de la religión Cristiana