Huejutla Hgo.- A raíz de una calibración de básculas llevada a cabo por el personal de la Procuraduría Federal del Consumidor la dependencia decidió implementar un mecanismo de supervisión “sorpresa”.
Consiste en la revisión sin aviso de básculas en los negocios que hagan uso de ellas, esto incluye, tortillerías, carnicerías, verdulerías, entre otros.
La alteración de este artefacto es un delito, el cual consiste en la manipulación del mismo, para hacer que detecte una mayor cantidad de paso a cambio de menos producto, lo cual incrementa las ganancias del locatario, pero afecta la economía del consumidor.
Por su parte, los consumidores comentan sentirse gratificados, ya que había veces en las que tenían que ver qué negocio “daba lo que era” para poder conseguir su despensa en ese lugar.
Por Daniel Trejo/Zunoticia