2025-11-18 11:02:18

ESPEJEANDO por Perseo

• Dio inicio la competencia por la simpatía de los electores que, en teoría, participarán en las elecciones próximas para renovar ayuntamientos; los actores son personajes populares y no tan populares, algunos con páginas en blanco en sus historias que no atraen nada, y otros, los más, son individuos con páginas grisáceas o negras que ya tuvieron oportunidad de hacer algo y no lo hicieron, o que estuvieron al lado de quien igual pudo haber hecho y no hizo, pero que por esa cercanía con ellos supieron y conocieron lo que significa tener el poder y la batuta para dirigir la orquesta.

• Esos individuos ya recorren y visitan las  colonias y comunidades de los municipios de la huasteca hidalguense para dar los “buenos deseos” a los ciudadanos con motivo del Año Nuevo o las pasadas celebraciones navideñas; es obvio que tras esto se oculta su verdadero interés, el de posicionarse unos sobre los otros y sentir que le ganan terreno a sus adversarios, es claro que cada uno de ellos se hace ilusiones o fantasías mentales en las que, invariablemente, nadie les gana, ni nada los detiene; esa es una “verdad” que se creen todos, aunque sepan absolutamente que es mentira, con sus excepciones, una falsedad que alientan quienes se sientan a su lado y que están ahí esperando las migajas de la mesa, pensando que ojalá el sueño se les haga realidad, o que en el mejor de los casos no despierten para vivir su pesadilla.

• En esa creencia, quienes van y vienen saludando de mano o dando abrazos y besos a diestra y siniestra, parecen olvidar que el trabajo político no es de temporada, como la siembra de maíz, frijol u otros productos del campo, la tarea política va más allá de eso, porque además, una cosa es el decir y otra cosa es el hacer, una buena imagen o la confianza no se construye de la noche a la mañana, tampoco con una visita en la que se dan abrazos o se dice repetidamente “cuenten conmigo”; hoy para tener impacto entre la sociedad es indispensable tener ciertas cualidades, primero y por encima de todo ser buena persona, o sea, como quien dice “sin cola que le pisen”, en segunda, tener un modo honesto de vida y que, en caso de no trabajar por aquella buena suerte de tener fama y fortuna, estas última provenga de la honestidad y no del abuso del poder por parte de él o de algún familiar, en pocas palabras, que no sea uno de esos que después de tres años o luego de ser funcionario, de la noche a la mañana ya es el nuevo rico del pueblo; en tercer lugar, siguiendo la lógica de los abuelos, debe tener un círculo de amistades donde la educación, las buenas relaciones, costumbres y valores, no sean fingidos, sino que se traigan desde la cuna y que salten a la vista, recordemos que “el que con lobos anda, a aullar aprende”, dicho de otra forma “el que con mañosos se junta mañoso se convierte” y de esos la sociedad está harta, así que, partiendo de ello y sumando la línea que marcó ya el gobernador hidalguense respecto a la transparencia y rendición de cuentas, quienes quieran subirse al barco deberán estar conscientes de que que serán expuestos al juicio popular, y ante las leyes si se pasan de listos, queriendo asegurar el futuro económico de su descendencia con recursos públicos o creando negocios particulares con prestanombres, tarde que temprano todo se sabe, y el horno ya no está para bollos ni bolillos, las redes sociales son ya una parte fundamental en la vida cotidiana y social de todos los pueblos y ahí se ventilan muchas cosas que así como construyen también derrumban fortalezas.

• Pero bueno, démosles el beneficio de la duda y hagamos como que les creemos, porque al final de cuentas también ellos creen que nos engañan, luego entonces, si lo visitan en su casa, barrio, colonia o comunidad y le ofrecen algo, agárrelo, tenga la seguridad de que el obsequio no es dinero del suspirante sino del patrocinador que más adelante cobrará y con alto interés ese favor que, ojalá y no tenga que ver con la afectación a la ciudadanía.

• Por cierto, este año será de preparar el terreno y el siguiente de cosecha, usted déjese apapachar, al cabo los interesados son ellos en quererlo convencer.

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