Por Salvador Altamirano/Zunoticia

Huejutla, Hgo.- Cristóbal Salazar, una de las personas refugiadas en el auditorio de la Unidad Deportiva de Colalambre, ya que por temor, al igual que 150 personas, entre ellos mujeres y niños, huyeron de las comunidades de Rancho Nuevo y Coamila, subrayó que están sufriendo a causa de creer en la palabra de Dios.

Quien dijo ser originario de Coamila, manifestó que, por su creencia religiosa las autoridades de ese lugar vulneraron sus derechos humanos, cometiendo tropelías en su contra, así como de sus compañeros de religión.

Detalló que, entre los abusos cometidos por autoridades y católicos del lugar, en primer término, se metieron sin su permiso a su terreno y tumbaron árboles, después les cortaron la energía eléctrica de su vivienda, y por último, la cercaron con malla para que no pudiera ingresar.

Reiteró que, todos los que están desplazados de sus lugares de origen, sufriendo en el exilio, mujeres y niños, es por ser Cristianos Evangélicos.

Para finalizar, subrayó que, no obstante, que la Constitución Política tipifica que en México hay libertad de culto, las autoridades están permitiendo esta situación, por lo que los exhortó a que hagan valer la ley sin distinción.