Por Esmeralda Vargas / Zunoticia
San Agustín Metzquititlán.– En 1927, después del triunfo de la Revolución Mexicana, se inició la construcción de un símbolo emblemático para Metzquititlán: el Reloj de San Agustín; este monumento no solo marcó el tiempo, sino también una era de renovada esperanza y cambio para la comunidad.
El diseño del reloj, obra del talentoso Héctor Vargas Sodi, originario de Metzquititlán, destaca por su elegancia y funcionalidad. La colocación de la primera piedra estuvo a cargo de Ambrosio Ordaz, un destacado luchador revolucionario, subrayando el profundo vínculo entre la revolución y la transformación local.
La finalización de la construcción en 1929, bajo el gobierno de Ángel Chávez Islas, fue un momento crucial que reflejaba la estabilidad y el avance de la región después de años de agitación. El Reloj de San Agustín no solo sirvió como una herramienta práctica para la comunidad, sino que también se convirtió en un símbolo perdurable del progreso y la resiliencia de Metzquititlán.