- Con el argumento de ejercer dominio sobre cierto espacio de uso público, cobraron excesivamente el uso de piso a comerciantes; piden intervención del ayuntamiento.
Huejutla, Hgo.- Integrantes de la Unión de Comerciantes Unidos, Semifijos, Tianguistas y Ambulantes de Huautla (UCUSTYA) presentaron ante el ayuntamiento y a la opinión pública un manifiesto de inconformidad por lo que sucedió el pasado domingo 21 del mes y año en curso.
Los comerciantes indicaron que desde el sábado anterior, los ejidatarios de Barrio Bajo expresaron ser los “propietarios” de la cancha de basquetbol o auditorio, en el cual tiene lugar domingo a domingo el tradicional tianguis comercial.
Dicho espacio por décadas ha sido de uso público, no obstante, el día 20 por la tarde acudieron para cerrar los accesos al mismo y el domingo procedieron ellos, los ejidatarios, a cobrar de manera excesiva el uso del piso a los comerciantes, lo que motiva la inconformidad y petición de intervención del alcalde Felipe Juárez Ramírez e integrantes de la H. Asamblea Municipal.
El asunto fue planteado en la sesión de cabildo celebrada ayer mismo, siendo la regidora Angélica Reyna Escudero quien expuso la necesidad de atender el requerimiento de los comerciantes, obteniendo de parte del alcalde el compromiso de dialogar con los ejidatarios para conciliar acuerdos con ellos.
Los comerciantes por su parte, la tarde de ayer celebraron una reunión en la cual reconocieron que existe un problema legal por la propiedad del espacio mencionado entre la administración municipal y los ejidatarios, el cual desean se dirima con legalidad y que no los afecte en su trabajo, pues son cientos de familias las que dependen de esa actividad para subsistir.
Cabe mencionar la cancha de basquetbol o auditorio municipal, como se le conoce al espacio en disputa, es un lugar que toda la ciudadanía de Huautla identifica como un bien público y no algo privado para uso de los ejidatarios, por lo que se ha generado entre la población un descontento generalizado por la posición asumida por quienes hoy se dicen dueños.
Por León Eduardo Fernández Huesca
