• Pide el Conciliador municipal que los Regidores elaboren un reglamento que regule la actuación de los Delegados Municipales por la “mala” aplicación de usos y costumbres.

Huautla, Hgo.- En la Sala de Cabildos tuvo lugar la VI sesión ordinaria de la H. Asamblea Municipal, con la asistencia de todos los miembros encabezados por Felipe Juárez Ramírez, alcalde de dicho sitio y el Secretario Municipal Eugenio Bautista Arenas.

En la orden del día se consideró la comparecencia del Profr. José Luis Castelán Gómez, Director de Educación y Cultura, quien presentó su programa de trabajo para el Año 2021, mismo que prevé la creación de espacios para la enseñanza de la música y danza tradicionales de la Huasteca Hidalguense.

Asimismo, compareció el Lic. Leonardo Lino Hidalgo Zoloeta, Conciliador municipal, quien solicitó a los Regidores se elabore un reglamento que regule el desempeño de los Delegados Municipales, debido a que refirió, son constantes las quejas de ciudadanos por la “aplicación de multas estratosféricas”.

Al respecto, el conciliador municipal indicó que en días pasados, en una localidad los vecinos azuzaron a su delegado a fincar multas de 25 mil pesos a dos personas – un adulto y un menor de edad – que fueron sorprendidos pescando en un lugar prohibido, obligándolos a firmar un documento que los comprometía a pagar, y en caso de no hacerlo, “serían desterrados de la comunidad”.

El funcionario indicó que dicho acontecimiento no es el único, y que en otras comunidades se han aplicado también los llamados usos y costumbres de manera arbitraria, violando los derechos humanos de los vecinos.

En ese sentido, los miembros de la Asamblea Municipal se comprometieron a realizar a la brevedad posible una reunión con los delegados municipales, a fin de instruirlos y advertirles en los delitos que incurren con dichas prácticas, y de los cuales ellos son los únicos responsables, independientemente de que los vecinos en asamblea tomen la decisión, al final, quien asume la responsabilidad es el Delegado y su comité, nadie más.

Por León Eduardo Fernández Huesca