Por Salvador Altamirano

Huejutla, Hgo.- Las personas adultas mayores, son una pieza importante en la sociedad y el núcleo familiar, son transmisores de sabiduría, experiencia y trabajo, y una muestra de ello, es María Concepción, quien a sus 90 años de edad aún sigue procurando a través de la venta de hierbitas unos centavitos para no depender de nadie.

Originaria de la comunidad de Teacal, distante seis kilómetros de Huejutla, todos los días desde hace años muy temprano acude a la población para ofrecer en casas y negocios de comida, nopalitos que corta en los potreros y manojitos de cilantro del llamado criollito, el cual tiene mucha demanda por el exquisito sabor que le infunde a los alimentos y su penetrante y agradable olor.

Quien es claro ejemplo de dignidad y deseos de ser útil a la sociedad, vistiendo el tradicional atuendo comunitario, todos los días recorre a pie 12 kilómetros de distancia -seis de venida y seis de regreso-, trayendo en un clásico morral huasteco que cuelga de uno de sus desnutridos hombros y en una bolsa de plástico que porta en sus manos que traslucen el transcurso del tiempo, los escasos productos agrícolas que otorgan el pundonor de su vida.

Es oportuno mencionar, que doña María Concepción, a una década de cumplir un siglo de existencia, aún se expresa con lucidez y camina con el garbo de un joven, lo que demuestra -acentuó- una de las personas que para ayudarla adquiere sus productos, “la buena madera con que estaban hechas las gentes de antes”, de cedro o roble.