- Primera llamada para el Xantolo.
Telésforo Enríquez – Zunoticia.
San Martín Chalchicuautla, S.L.P.- El 29 de septiembre es la primera llamada para el Xantolo. La creencia dice que este día se abren las puertas del cielo, permitiendo a las almas de nuestros familiares visitar el mundo de los vivos. Es el momento de colocar la primera ofrenda, encender el copal en casa y poner los tamales en la mesa, rogando al dios cristiano y a los dioses ancestrales que permitan a los difuntos bajar a su fiesta, que continuará hasta el 2 de noviembre.

A través de una ofrenda, donde conviven todas las personas, se realiza la bajada de las máscaras que son utilizadas en las comparsas. Con ello se pide el permiso para ser utilizadas. Con los preparativos para la máxima fiesta, se realiza la primera ofrenda para recibir a los muertos. Se copalea la casa y se ruega al Señor que le permita a los muertos bajar a su fiesta y acompañarles.

Las comparsas salen a realizar el primer baile como muestra de que, durante la noche, se abren las puertas del inframundo para permitir a las almas iniciar el camino rumbo a reunirse con sus seres queridos. Con este ritual se entregan las máscaras a todos los personajes de la comparsa, como el Cominito, el Comanche, la Comancha, el Diablo, el Huehue, la Mamannina, el Cole, la Muerte, el Viejo y la Vieja. Todos ellos son el resultado de la culturización de las creencias indígenas.

Cada una de las máscaras utilizadas por los integrantes de las comparsas se realiza con materiales diferentes y tiene un significado dentro de la festividad. San Martín Chalchicuautla es un pueblo lleno de magia, colores, sabores y vida. Aquí se celebra la muerte desde la plenitud de la vida, siendo poseedores de una riqueza cultural incalculable. Desde los ancianos que se han encargado de preservar la tradición, los mascareros, las comparsas, Herencia Huasteca, Nueva Generación, Yohuantla y San Martín, hasta los pequeños que están aprendiendo y asegurando que el Xantolo llegue a nuestras futuras generaciones.
Por lo que niños, jóvenes y adultos bailan este día en la casa de los capitanes para después acudir al teatro Justo Orta Bautista donde todas las comparsas se unen para bailar y hacer más grande esta tradición.