Redacción/Zunoticia.

Ciudad Valles, S.L.P.- Uno de los problemas más comunes cuando se recibe de herencia un terreno, es que la extensión realmente no mide lo que señalan las escrituras, dice el topógrafo Bernardo Saldaña; ejemplifica que, quien dejó su voluntad por escrito, dice que la superficie es de treinta metros por cuarenta de fondo, y al hacerse el reparto resulta que las dimensiones son menores.

Y ahí está el problema legal, que en no pocas ocasiones termina en disputa, porque siempre hay alguien que quiere más de la herencia, indica Bernardo Saldaña; dice que muchos de los terrenos que están registrados con ciertas dimensiones ante Catastro municipal, como lo hacían a la antigua, pues tenían fallas.

Por eso es que, quien va a heredar, lo mejor es que contrate a un topógrafo, quien, con todos los conocimientos y técnica satelital moderna, le diga la ubicación exacta y las medidas reales, de lo contrario, podrían darse problemas entre los sucesores.

Cuestionado sobre si el topógrafo particular tiene trabajo, dijo Bernardo Saldaña, que sí hay para todos, están aquellos que ya tienen un contrato continuo con empresas o con el gobierno en la construcción de carreteras, y quienes son contratados por particulares que quieren un deslinde en un terreno urbano o en el campo; sí hay trabajo suficiente, indicó.