Los presidentes municipales llegaron a sus primeros 43 días de gobierno, sus prioridades quedaron de lado porque la pandemia tiene acaparada toda la atención por la rapidez de los contagios. Los alcaldes de inmediato instrumentaron una estrategia para cumplir con los protocolos de salud y proteger a los ciudadanos en general.

Dentro de estos esquemas se encuentra la tutela de la población en los tres órganos de gobierno, pero el más cercano son los municipios, ante esta situación los trabajadores del ayuntamiento son parte de los protocolos de protección de los trabajadores, a la par de los que solicitan servicios, de esa manera se han instrumentado diversas estrategias buscando que funcione.

La medida tomada por las autoridades y alcaldes de los municipios en el estado de Hidalgo, es que están suspendidas las actividades públicas, desde carnavales, fiestas privadas o públicas, eventos religiosos y cualquier esquema que genera aglomeraciones. Es una medida instrumentada a nivel nacional, para eso, de ser necesario de persuadir esta insistencia pudieran incluso usarse a la Guardia Nacional, la policía estatal y municipal.

Estamos hablando que no hay medidas coercitivas de momento, pero estamos llegando a un momento difícil en el país, en el estado y en nuestra huasteca, estas son un último recurso, de ser necesario -ojalá y no pase- lo van a hacer. El formato equivocado de algunos grupos de ciudadanos de pretender que se hagan los carnavales, parece que no han entendido que no hay permiso, si lo hacen estaría fuera de la ley y si lo intentan, pues deberán ser encapsulados para apagar esto.

La falta de sensatez de algunos grupos ciudadanos que les importa poco la salud de la mayoría de los ciudadanos, se ha comentado que si bien no son políticas populares o que les guste o no a los gobiernos, pero esas medidas habrán de tomar ante el intento de generar aglomeraciones, de pretender pasar por alto los protocolos de salud.       

Aunque tendríamos que decir a favor de los ciudadanos que si bien hubo elecciones electorales apenas unos meses atrás, no hubo autoridad que aplicara la Ley en torno a violaciones a la conglomeración social, pero vamos para allá otra vez y mire, está legislado, cómo habrán de apreciar estas incongruencias, que en política si se pueda y que en actos públicos de tradiciones ahí no se pueda. Buena tarea por resolver ……………. En San Felipe Orizatlán, el gusto por los eventos ecuestres son casi algo muy familiar, los ciudadanos que tienen un caballo o más son muchos e incontables, esta faceta de gusto particular lleva consigo importante responsabilidad, no solo por mantener viva una tradición familiar que lleva siglos, de fortalecer la imagen de un municipio y su folclor local, su esencia de origen. También por la atención al animal, que requiere de cepillados, de atención en la limpieza.

A veces duele cuando alguien cree que por abolengo los pueblos tienen que arrodillarse y hacer lo que ellos digan, la prepotencia es un factor que genera enojo a la población y que suma negativos en la vida, el obstáculo más grande es provocarte ser el odiado del pueblo y no es para menos. El tema de tener el gusto por los caballos no tiene nada que ver, el problema es cuando se vuelven irresponsables con los animalitos.

Es el caso de los espacios del lienzo charro con el que cuenta el municipio de Orizatlán, en la Unidad Deportiva Luis Donaldo Colosio, un espacio para todos, que tienen apertura, lo que no se vale es que en las caballerizas que son del municipio connotados ciudadanos y hasta regidores lo usen como pensión particular, porque no quieren tener en sus terrenos que andar limpiando los animales, pero si los dejan en el abandono en sus pesebres, sin atención y la gente del municipio les tiene que hacer limpieza, los tiene que andar arreando o levantando sus suciedades.

La queja ya generó mucha molestia en ciudadanos que van a correr a los espacios y que observan  además el maltrato animal, el abandono para estos, trascendió que ya les pidieron a estos personajes que saquen sus animales, los lleven a sus terrenos, les den atención y por supuesto si quieren el espacio por cuestión de evento están dispuestos, pero no para pensión.

Por cierto de entre los dueños de animalitos está el médico  César Escamilla quien de manera altanera en la reunión en la que les pidieron reubicaran sus animales a sus terrenos particulares, asumió una postura  nada apropiada para con el ejercicio de su profesión; el lugar se habrá que tener que reglamentar para que puedan estos ciudadanos hacerse responsables de sus animales, que les limpien en su casa, que puedan atenderlos en sus terrenos y no los tengan abandonados en el que esperan que los trabajadores del ayuntamiento se los atiendan.