2025-10-27 12:08:00

AÑO 2021: RENOVADOS PROPÓSITOS Y CONTINÚA EL DRAMA DEL HOMBRE

Huejutla, Hgo.- HOY CONCLUYE EL 2020, nefasto año que se constituyó en una pesadilla para la humanidad, y como el tiempo jamás se detiene, y se asemeja a un río caudaloso que fluye hacía un mar ignorado, MAÑANA ARRIBARÁ el 2021, en cuyos inicios los seres humanos, como ya es tradición, nos trazaremos nuevos y renovados propósitos si es que los anteriores no se pudieron cumplir y,… así, continúa el drama del hombre.

El perenne transcurso del tiempo, en donde se amalgaman los hechos de la interrelación humana, ha dado origen a la historia, pasado y presente en donde se mezcla el bien y el mal; el sufrimiento y el gozo; la esperanza y desaliento; un afán colectivo de superación y, en donde cada ser humano es en sí mismo una síntesis de su descendencia. Por eso en la historia no hay cortes verticales, se construye con los errores y aciertos del pasado, la angustia del presente y el anhelo fervoroso, inquieto y sosegado, de un futuro óptimo.

Así, con deseos vehementes de progreso; bonanza y miseria; dolor y regodeo; triunfos y derrotas; ha ido paulatina y penosamente escribiendo su historia el pueblo de México, el cual no obstante la adversidad, como la mortal pandemia que actualmente lo azota, está firmemente en pie escudriñando el horizonte para ver si descubre el primer rayo de luz de una inesperada aurora, sigue en pie como sus árboles milenarios y como sus volcanes mitológicos.

Narra la historia que las tribus que violaron las montañas y valles, los bosques y lagos del territorio que hoy integra México, avanzaron de norte, con penurias y tan despacio que tardaron decenios para establecerse en e centro y sur. No olvidemos que respecto a los huastecos, la tradición dice que unas tribus partieron de la Península de Florida (Estados Unidos) navegando en pequeñas canoas, siguieron la costa del Golfo de México hasta su desembarco en las fértiles tierras de Panco o Pánuco, de ahí que se define como el lugar donde llegaron los que cruzaron el agua.

Batallaron con energía para fundar sus imperios los teotihuacanos; toltecas; zapotecas; aztecas; chichimecas; mayas y otros grupos humanos más con nombres diferentes que arqueólogos y prehistoriadores (poetas de pretérito) han clasificado sin duda alguna con singular acierto.

En un afán de superación se civilizaron distintos pueblos con características primitivas en diferentes regiones, lucharon unos contra otros, pugnas que se resumen en la frase que Tomás Hobes inmortalizó en su libro denominado El Leviatán: “El hombre es el lobo del hombre”.

Estos primitivos pueblos dejaron huellas indelebles: Tantoc; Tajín; Teotihuacán; Monte Albán, Mitla; Tula; Chichen Itzá  y tantos otros vestigios asombrosos que hoy muestran el grado de civilización y la capacidad creadora de sus constructores, monumentos que asombran a quienes los visitan, originarios y extranjeros, y hacen nacer en el pecho del mexicano el orgullo de serlo. Ahí están para que se vanaglorie el hombre de América y afirme la confianza de su destino luchando con denuedo por un mejor porvenir.

Las huellas indelebles y profundas que el hombre ha dejado en su afán de progresar son incontables, una importante que concierne a los habitantes de la Región Huasteca es la construcción del tramo Pachuca – Huejutla (215 kilómetros), que integran la Carretera Federal México- Tampico (105) vía corta. Su ardua construcción, con muchos sacrificios y pérdidas humanas se cristalizó en 41 años, y fue inaugurada el día 20 de agosto de 1972 durante el periodo gubernamental de Manuel Sánchez Vite, originario de Molango.

 

Antes de la construcción del referido trecho carretero la mayoría de los habitantes de la región y de Huejutla  no conocían la capital del Estado de Hidalgo, y habían escuchado  hablar de los poblados del Valle del Mezquital como algo legendario, inexistente. Pero sin embargo, el esfuerzo por progresar de algunos que ejercían el peligroso oficio de la arriería hicieron que en ese entonces Huejutla no fuera un pueblo aislado, debido a que los caminos de herradura, aunque muy escabrosos, lo comunicaban con ciudades como Tampico; Tuxpan; Pánuco; Tulancingo; Valles y Tamazunchale, entre otras, sitios donde se comercializaba con la mayoría de los productos agrícolas de la región. Prácticamente todo el territorio estaba marcado por un intenso tránsito de caravanas de arrieros que transportaban mercadería de todo tipo, hasta de origen ultramarino.

Nada es más dramático que la vida de un ser humano, y no es posible que se conozca el mecanismo oculto de los sucesos históricos de un pueblo, si no se conoce la trayectoria de quienes propiciaron o desencadenaron tales hechos.

 

¡Huejutla…! Con aciertos y errores, tus hijos han forjado tu singular historia y porvenir.

 

¡¡FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS LOS HUEJUTLENSES!!

 

 

Por Salvador Altamirano

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