Llegó el año 2021 y con él comienza una nueva historia, quienes por fortuna o bendición del Creador logramos llegar al 2021, debemos agradecer inmensamente esta oportunidad y reflexionar conscientemente sobre lo bueno y lo malo que hicimos en el 2020, y más allá de eso, analizar todo lo que dejamos de hacer en beneficio propio y nuestras familias y amigos, porque indudablemente muchos hemos vivido por vivir, sin valorar lo que realmente puede representar reír, respirar, comer, dormir, beber y tener incondicionalmente a nuestro lado a un ser querido y al que no le damos la importancia debida o merecida… la Pandemia por COVID-19 que azota al mundo desde hace más de un año, nos ha dejado muy en claro que para la naturaleza somos nada y ha puesto a prueba lo vulnerable que es la especie humana ante la selección natural de las especies; al cierre del 2020 en México se superaron las 110 muertes por Coronavirus, quizá por ello y veinte mil razones más, habría que hacer un recuento minucioso sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser en adelante, porque es definitivo que ante las vicisitudes vividas en los últimos 365 días es indispensable hacer cambios en todo, desde nuestro comportamiento con la familia, con los compañeros de trabajo y con toda la gente a nuestro entorno, como sociedad necesitamos crecer y ser mejores, de tal manera que nuestras autoridades nos vean como colaboradores suyos para lograr las metas que nos den mejores condiciones de vida en cuanto a infraestructura urbana se refiere, y para eso debemos cooperar con responsabilidad y exigir que los responsables de ello se conduzcan con legalidad y transparencia en el manejo de los recursos públicos, por eso, como individuos y ciudadanos debemos vigilar que nuestros representantes – delegados municipales, regidores y diputados – no cometan actos de corrupción y se apeguen a derecho; también necesitamos tomar con seriedad nuestro papel en el cuidado de la salud y no querer responsabilizar a las instancias de gobierno de las enfermedades que adquirimos por negligencia e irresponsabilidad, porque ante la catástrofe sanitaria actual, se debe apreciar que lamentablemente tenemos un débil sistema de salud que en cualquier rato pudiera colapsar y desgraciadamente ni la capacidad suficiente para brindar la atención médica para todos los que de una u otra forma pudieran enfermar y hasta morir. Es momento que trabajemos de la mano con los gobiernos de los tres órdenes para darle certeza y rumbo al destino de nuestra nación, nuestro estado y municipios, no permitamos ni caigamos nuevamente en la apatía de siempre y dejemos que nuestros gobernantes confundan la libertad con el libertinaje, ellos mismos, desde el Presidente de la República, los Senadores, los Diputados – federales y locales – los Magistrados de Justicia, nuestros alcaldes y regidores, han informado que son nuestros empleados y que deben rendirnos cuentas… El 2021 es un año electoral y quizá los que gobiernan a México se aprecia el factor de división a la comunidad, mediante indicaciones, denostaciones y manifestaciones de todo tipo para pelear por la preferencia del electorado, por ello, vale la pena analizar con detenimiento la siguiente reflexión, porque efectivamente representa lo que habremos de experimentar hasta el 06 de junio, cuando acudamos a las urnas a depositar nuestro voto para decir a quienes queremos al frente de las instituciones y qué es lo que queremos que hagan por nosotros… Si recoges 100 hormigas negras y 100 hormigas rojas y las pones en un jarro de vidrio nada pasará, pero si tomas el jarro, lo sacudes violentamente y lo dejas en la mesa, las hormigas comenzarán a matarse entre sí. Las rojas creen que las negras son las enemigas mientras que las negras creen que las rojas son las enemigas, cuando el verdadero enemigo es la persona que sacudió el jarro. Lo mismo ocurre en la sociedad. Hombres vs Mujeres; Izquierda vs Derecha; Rico vs Pobre; Fe vs Ciencia; Joven vs Viejo; Etcétera… Antes de ponernos a pelear entre nosotros debemos preguntarnos ¿Quién sacudió el jarro?