-Breve reseña-
Por Salvador Altamirano/Zunoticia
Huejutla, Hgo.- El 7 y 8 de agosto de 1990, el fenómeno Meteorológico denominado “Huracán Diana” azotó la Región Huasteca, dejando en la población de Huejutla destrucción y dolor, muchas familias perdieron a seres queridos y patrimonio, por lo que a 31 años las heridas aún están abiertas en el recuerdo.
Según crónicas meteorológicas, el fatídico huracán se formó el 27 de julio en África y avanzó a las costas mexicanas con rachas de viento de 90 a 110 kilómetros por hora, llegó a tierra firme el 5 de agosto y tres días después, causó estragos en Huejutla, según datos del gobierno federal (que pobladores aseguran son inexactos), dejó 139 personas de todas las edades fallecidas y pérdidas materiales por más de 143 millones de pesos.
Sobrevivientes de la inolvidable y nefasta tragedia refieren que el 7 de agosto amaneció lloviendo, lluvia que no cesó en todo el día, la cual arreció por la noche causando que se desbordaran los ríos que surcan el pueblo arrastrando en las corrientes, casas, enseres, muebles, vehículos y personas que clamaban a gritos ayuda, la impotencia de no poder salvarlos -refieren algunos-, “aún nos mortifica y avergüenza”.
Agregaron que la zona donde causó más destrozos, fue la del mercado municipal, en donde parecía que “había caído una bomba”, y la fuerte corriente del Río San Juan introdujo al inmueble vehículos y cadáveres.
Al preguntarle a varias personas que sobrevivieron, qué fue lo que causó la inundación en la zona del mercado, ensombreciendo el rostro rememoran que en Tecoluco había un pintoresco puente de piedra, que fue arrastrado por la corriente, y en la calle Sonora un vado, donde se atoraron piedras y árboles que traía el agua, formando una especie de dique causando el desbordamiento.