Alma Carolina Viggiano Austria, al emerger como abanderada de Acción Nacional envió un mensaje que trastocó al interior del Partido Revolucionario Institucional, cuya estridencia ya la conocemos, su figura de mujer se posesionó de inmediato al entronizarse los reclamos en el ámbito nacional, publicidad es publicidad hasta en la nota mala; después viene un segundo mensaje, siendo el PAN el instituto político que es una real oposición ideológica, se están jugando la última carta política en Hidalgo.
En la huasteca el liderazgo de Asael Hernández Cerón es reconocido, por su participación directa en algunas localidades con las que su equipo ha trabajado, el PRI mantiene una estructura reconocible, el PRD cuenta con sus esquemas en algunos municipios y liderazgos que falta se pronuncien. Llegaron los tiempos que se pronuncien y algunos actores políticos buscan romper la inercia tradicionalista de la política que impera e instaurada desde el pasado, que sigue anclada y arraigada.
Hay una inercia natural de nuestra región que depende de los factores de algunos liderazgos que los convocan a salir a votar por tal o para cual, un esquema organizacional anquilosado, que algunos creen que ya no surte efecto esa parálisis. Las viejas formas persisten, que sirvió mucho al actual sistema político, pero también hay una vieja guardia de lucha de izquierda, que busca identificación en la propuesta de los candidatos y aún no la encuentran.
En procesos electorales la sierra y huasteca hidalguense, de manera histórica habrían sido un bastión político, la disputa la vivimos en la diputación federal en dos ocasiones, con la diputada Sayonara Vargas Rodríguez y Fortunato Rivera, ambos priistas, la legisladora federal del PRI implementó una novedosa forma de operación política, ya no hubo líderes solo manos, no hubo organizaciones pretendiendo vender números inexistentes, siglas obsoletas que saqueaban el presupuesto de los candidatos con engaños y simulaciones.
Hemos sido en esta hermosa región por muchos años el voto verde del partido en el poder, dejamos de ser el granero de producción rural para establecer la cosecha del granero electoral, es una de las regiones simbólicas más importante en cada proceso electoral, cuando se trata de la presidencia de la república, del gobierno del estado o las diputaciones federales, la huasteca es la disputa.
La lucha política electoral, es simplemente interna en el mismo partido en el poder, los grupos y corrientes que en antaño fueron los poderosos líderes del tricolor, a través del tiempo ha sido alcanzado para subirse al nuevo tren de la democracia en México y ahora desde ese privilegiado espacio político se atrincheran y combatirán a quienes fueron sus jefes políticos en el pasado, son los mismos con otra camiseta, en el mismo territorio.
Julio Menchaca es un hombre serio y de palabra, que transita por el estado, que se comprometerá para un Hidalgo mejor, sin duda la intención política que marcará estará reflejada de renovar los poderes en Hidalgo, aquí en la huasteca y sierra la historia política de cada actor político que emergerá la conocen todos, por eso llevar los mismos rostros, que antes obedecían a su adversaria, nos refleja un conflicto entre grupos políticos, necesita despejar esa primera impresión para dar paso a la comunidad y los liderazgos naturales del pueblo que no se atrevieron a asistir a su evento para evitar rendirle tributo a quienes no son sus amigos, ni quieren nada con estos.
