Por Salvador Altamirano/Zunoticia
Huejutla, Hgo.- Argumentando que el tiempo es un instante en el que transcurre una vida, Jorge Luis Juárez Vega manifestó que, aún tiene cercanos los recuerdos de su infancia cuando los ríos que surcaban Huejutla eran limpios, cristalinos.
De pozas -enfatizó-, donde se podía beber agua sin ningún riesgo, tenían peces de diferentes especies, incluso acamayas; yo las vi de niño ya que vivíamos a la orilla del río de Tahuizán, que cuando se empezó a secar se le llamó arroyo, después zanja y hoy es una cloaca.
A pregunta formulada, refirió que, los ríos se secaron cuando empezaron habitar las zonas altas de la población y desembocaron sus drenajes domiciliarios en los causes, en los cuales también tiraban escombros.
Rememoró, “en el sector de Los Cantores había una poza hermosa, la más grande y profunda de Huejutla, que ya no existe, en donde también había un abrevadero para las reses que tenían los ranchos ganaderos que estaban en las orillas del pueblo”.
Agregó que, poco a poco con la contaminación se han ido perdiendo especies únicas de flora y fauna que ni siquiera fueron clasificadas, por lo que ni el recuerdo queda de ellas. Es lamentable -acentuó-, la indiferencia ciudadana, que si no es alimentada en algún proceso político, se olvida que tiene que convivir sanamente con la naturaleza, es una sociedad destructiva y autodestructiva, ya que destruyendo el entorno, inconscientemente estamos heredando a las nuevas generaciones podredumbre, contaminación y desaseo social.
Para finalizar, Juárez Vega comentó que, otros aspectos por lo que los ríos se han secado es por la deforestación; porque los dragaron cuando nos azotó el Huracán Diana, se perdieron los manantiales, los veneros tomaron otro rumbo y por la desmedida contaminación que generamos.