Por Enedino Hernández/Zunoticia
Huejutla, Hgo.- “Definitivamente que el Estado de Guerrero está ardiendo”, afirma Monseñor Salvador Rangel Mendoza, Obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo Chilapa; quien la mañana de este martes 12 de marzo, estuvo en la ciudad de Huejutla de Reyes en la concelebración eucarística por el octavo aniversario de la ordenación del Obispo de la Diócesis de Huejutla, José Hiráis Acosta Beltrán.
“Siempre he dicho que el estado está ardiendo, hoy mismo quemaron la Fiscalía los Ayotzinapos y parte del Palacio de Gobierno, lo mismo que en casi todo el estado hay manifestaciones de inconformidad, sobre todo la acción del crimen organizado es muy dura, es muy difícil lo que se está dando” señaló.
Consideró que, lo que actualmente se vive en Chilpancingo es un “vacío de poder”, ya que el gobierno ha abandonado mucho a las comunidades y a los pueblos “y ese vacío de poder lo han llenado los narcotraficantes, de hecho, la gente le tiene más confianza a un narco que a un miembro del gobierno”.
Añadió que, desgraciadamente se ve toda esta situación “y como vienen también las elecciones políticas, estamos viendo que ahí se están asesinando a los políticos. Ojalá y que el gobierno ponga mano en Guerrero, que vea a Guerrero, y que haga lo que tenga que hacer”.
Sobre todo, Salvador Rangel Mendoza, consideró elemental detener la violencia que se tiene en el estado “con la violencia no habrá paz, con la violencia no habrá progreso”.
Asimismo, señaló que, la provincia que comprende cuatro Diócesis todos oran por la paz “se ha puesto como una línea de pastoral constante la pacificación y dentro de la pacificación es importante la oración”.
Concluyó pidiendo al pueblo de México en anhelar y buscar la paz “que todos defendamos la paz y ahora que vienen las elecciones, que seamos bien conscientes del voto que vamos a dar; se debe de elegir a aquellas autoridades que puedan operar la pacificación, aquellas autoridades que nos puedan dar seguridad en las diferentes comunidades”.