2025-10-17 13:09:20

La historia de los arroyos que cruzan la ciudad, contada por el director de Turismo

Por Georgina Jaramillo/Zunoticia.

Zacualtipán de Ángeles, Hgo.– En entrevista para Zunoticia Global, Juan Carlos Pérez Olivares, directo de Turismo, recordó que, durante los años 80´s y 90´s contaban con la fortuna de contar con dos arroyos de aguas cristalinas que cruzaban la ciudad “en algunos casos eran ocupados para lavar, pero la gente se podía meter a bañar, disfrutar de un causón de esos ríos y arroyos”.

 En la actualidad- dijo-  ya no es posible debido a la contaminación con la que cuentan “estos arroyos eran dos y el primero nacía en lo que nosotros conocemos con el filtro, escurrían por la colonia Campesina, bajaba y llegaba a lo que se le conocía como el río Chililiapa, continuando su cauce y llegaba al río chiquito, el cual era bordeado por el agua y llegaba a lo que entonces conocíamos como “Poza de Chapultepec”, en cual era un sitio de recreación muy importante para los zacualtipenses; este consistía en un estanque de agua muy limpia, muy grande donde había lanchas, un pequeño kiosco y edificaciones, la gente podía recrearse porque se trataba de un lugar de paseo con mucho encino y una curiosa construcción que le llamaban “El Castillo”  y se trataba de una edificación de cantera construida en una forma muy peculiar, que desafortunadamente se perdió debido a la contaminación que ahora existe”, recordó el ahora titular de Turismo.

Agregó “esas corrientes de agua cristalina seguían su camino para llegar al Barrio de Cosapa y ahí tomaba el nombre de “río de Cosapa” y salía del pueblo hacia abajo; del otro lado teníamos el río que nace en la Cañada del León y bajaba a lo que nosotros conocíamos como “El Salto”, este es un sitio característico de Zacualtipán  y se trata de una pequeña cascada y pozas que se forman a su cauce y seguía su curso para salir al barrio de Cacala, se le conocía como el “rio de Cacala” seguía por toda la Joya y salía al Barrio de Tepanapa ahí tomaba el nombre del “río Tepanapa” y finalmente estos dos arroyos se unían en la parte más baja del pueblo en un sitio que se conoce como Capa Rosa, ahí se unían los dos arroyos formando un solo cauce que bajaba hasta  San Agustín Metzquititlán tomando el nombre del río Tlatosca”.

“Pasaba por la antigua fundición de hierro de “San Miguel Ferrería” y cuando esta hacienda dejó de trabajar el hierro, se instaló en ese sitio una planta hidroeléctrica que algunos notables zacualtipenses de aquel tiempo idearon para poder dotar de luz eléctrica al primer cuadro al centro de Zacualtipán”.

Aprovechando la fuerza de la corriente por los años 30´s fue que se pudo hacer llegar el proyecto de la energía eléctrica a Zacualtipán, narró Juan Carlos Pérez Olivares, quien lleva más de 40 años realizando investigaciones en este lugar.

Actualmente y debido al crecimiento poblacional, además de la llegada de industrias de la confesión, creció demasiado y nunca se pensó ejecutar un proyecto o espacio paralelo al río, donde se tiraran los desechos-consideró Juan Carlos- “todos estos años en los últimos 30´s y 40´s toda la cuestión de los drenajes y desechos de estas industrias se han vertido a los arroyos y han terminado por contaminarlos, convirtiéndose ahora en aguas negras que producen  malos olores y que aparte de todo son un foco de infección para los ciudadanos”.

Recordó que, en alguna administración pública (del contador Delker) se intentó ejecutar un proyecto de saneamiento a los arroyos- sin embargo- dijo- se quedó solo en una buena intención “porque se construyó un sistema para recolectar el drenaje, pero como ya no se continuó con ese proyecto solamente se quedó como “elefante blanco y actualmente lejos de ser un bien, causan mal, porque se estanca mucho el agua, evitando que corra como debería y genera además una serie de situaciones con la basura”, lamentó.

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