Por Salvador Altamirano/Zunoticia
Huejutla, Hgo.- Los aseadores de calzado, o “boleros”, como se les llama coloquialmente, son personas, generalmente adultas, que desempeñan con dignidad y eficiencia, el oficio, de carácter profesional de limpiar y pulir zapatos, desde la época en que la gente acostumbraba a traer su calzado lo más lustrado que fuera posible.
Al respecto, don Manuel Robles García, quien dijo ser originario de Tantoyuca, Veracruz, de 72 años, comentó que el oficio de aseador de calzado no ha cambiado mucho con el tiempo. “Estos especialistas -especificó-, en la limpieza de calzado, saben todos los trucos para que un par de zapatos luzca como nuevo, al darles primero un cepillado, después le untan un poco de jabón y grasa, pasándolas un trapo para que queden lustrosos, por lo que son útiles a la sociedad.
Agregó que, no obstante, en épocas de extremo calor, como en la temporada de estiaje y lluvias como la actual, no acuden a trabajar porque ambos elementos climatológicos reducen la demanda, aunado a que no se exponen a sufrir alguna enfermedad como ‘golpe de calor’ o neumonía.
Dijo que, la ausencia se observó y resintió en fechas pasadas de agobiante calor, y estas de persistentes lluvias, ya que los puestos ubicados en el Centro Histórico, en su mayoría en la Plaza 21 de Mayo, permanecen cubiertos con lona roja, color uniforme, y sillas de plástico encima.
Para concluir, comentó que “según he sabido” -dijo-, en temporadas de altas temperaturas y lluviosas, los aseadores de calzado optan por buscar otras opciones de procuración de recursos para el sustento familiar.
