Por Salvador Altamirano/Zunoticia
Huejutla, Hgo.- El “Pan de Muerto” es un panecillo dulce, tradicional, mexicano que es parte esencial de las ofrendas del “Día de Muerto”, cuyo origen, según crónicas históricas, es de rituales prehispánicos y se fusionó con la religión católica posterior a la Conquista.
En torno a su elaboración, la señora Magdalena Bautista Pérez, que este día lo expendía en el tianguis, detalló que, lo prepara con masa, jugo de naranja, mantequilla y azúcar, agregando que los sabores naranja y anís, que son los más comunes en la versión más extendida.
A pregunta expresa, explicó que, la forma más común de Pan de Muerto es redonda, que representa el ciclo de la vida y la muerte, con una bolita en el centro que simboliza un cráneo y cuatro masitas extendidas, que simulan huesos de difunto.
Agregó que, el Pan de Muerto es un elemento indispensable en el altar de ofrenda, junto con tamales, moles, frutas, papel picado y otros elementos alusivos a la tradición.
Para finalizar, comentó que, según dicen, también representa la fraternidad entre vivos y muertos, pero, alimenta espiritualmente a las almas que el 1 y 2 de noviembre vienen del más allá para visitar a sus seres queridos.