Por Gabriela Hernández/Zunoticia

Jaltocán, Hgo.- El pasado 3 de noviembre se dio por concluido el cierre del Xantolo con una de las tradiciones más nobles y significativas: la ofrenda al ánima sola, dedicada a aquellos difuntos que no tienen familiares que los recuerden o les ofrenden.

En este día, las familias colocan en las bardas o pretiles de sus casas comida, flores y velas, para que estas almas también participen en la celebración. Se cree que el encendido de las ceras ilumina el camino de los espíritus que vagan sin rumbo, brindándoles consuelo y guía para que no se marchen tristes.

Quien recoja la ofrenda debe hacerlo rezando por el eterno descanso de las ánimas solas, en un gesto de respeto y solidaridad espiritual.

Esta ofrenda simboliza el último lazo de unión entre los vivos y los muertos, asegurando que ninguna alma quede fuera de la festividad. Así, el pueblo huasteco reafirma su fe, su amor por la vida y su profunda devoción hacia quienes ya partieron.

Con esta ofrenda se despide el Xantolo 2025, dejando encendida la luz que guía a todas las almas hacia la paz eterna.