En el primer día de gobierno de los nuevos alcaldes sin duda tendrán muchos que proyectar y el primer plano es el nombramiento de su gabinete, sus decisiones será la fuerza de su expresión de gobierno, si sus funcionarios cuentan con el perfil, la capacidad, la sensibilidad, y por supuesto, entienden que la función pública es una responsabilidad a prueba con la propia sociedad.
Si el Gran Arquitecto del Universo lo permite, cuatro años después, un día antes de que se vayan de su encargo: “No se controla el tiempo, pero se puede administrar”, lo anterior deben considerarlo hoy, el tiempo no se debe ir sin resultados a la sociedad, por eso es inevitable que lo entiendan hoy, el gran ejemplo nacional lo tiene las políticas públicas del gobernador del estado Omar Fayad, quien se ha dedicado a administrar no solo su gobierno, también a proyectar el tiempo en resultados, estos que no lo dice el gobierno, lo estima el propio gobierno federal en esas mediciones obligadas.
Los gobiernos municipales son medibles al final de cada año, y sobre todo al final de la administración municipal, los ejes rectores del gobierno municipal no se pueden modificar por consecuencia de privilegiar políticamente a alguien, esto lo deben ganar dado al ranking de municipios sometidos a avances, sus cifras no son movibles, al final son parte de una estadística que debe reflejar mejoras en beneficio de la sociedad.
Por eso los gobiernos municipales deben saber que los nuevos perfiles en la función pública no son de ocurrencias políticas, cumplir con además de esa profesionalización del espacio, con la sensibilidad, la identidad de la región con personal surgido de las comunidades. Hoy no hay pretextos para que sigan exportando gente de Pachuca o de otros estados para pagos en nómina por asuntos extra municipales.
La comunidad tiene en la huasteca y sierra muchos jóvenes profesionistas que merecen la oportunidad, modificar los esquemas cuadrados que por muchos años han mantenido un control en las áreas de desarrollo municipal, de desarrollo económico, depende de innovadoras mentes preparadas y capacitadas para conquistar un nuevo rumbo en nuestra región, con mayor sensibilidad por nuestra gente, en donde los recursos públicos tengan sentido de transformación en calidad de vida para los habitantes.
Uno de los problemas fundamentales ha sido la falta de sensibilidad de los gobiernos municipales, para objetivos comunes, las diferencias políticas han podido crear arrogancias, mantener los enconos sociales o alimentarlos con actitudes poco profesionales de la política, esto preferentemente genera que se vayan marcando segmentos sociales y provocando escenarios adversos. Cuando el alcalde llega focalizado para hacer realidad eso que anuncia de que no verá colores en su servicio de atención, ponderará la obra de la asamblea de la comunidad, no la de su grupo político o de sus seguidores.
Por eso algunos líderes de organizaciones sociales, de regidores protagonistas o de esquemas de coyuntura por notoriedad de uno o más interesados, siempre tendrá un sentido opuesto cuando esto solo busca pasar por alto la autoridad de la comunidad y eso no puede ser. Los alcaldes no deben perder de vista la decisión de las mayorías en las asambleas comunitarias, esa es la prioridad.
Los factores que intervienen para que las comunidades decidan mejoras reales, es el razonamiento de la mayoría en la comunidad, siempre hay quienes quieren privilegiar obras espirituales para dejar de lado temas de salud, educación o servicios de drenes sanitarios o agua, por eso deben ponderar sus necesidades con mucho sentido de sus carencias reales, no las fundamentalistas que provienen de terceros.