2025-10-27 17:19:58

Gigantes de la Huasteca: El jalamate y el amel.

Huejutla, Hgo.- La región Huasteca se caracteriza por su exuberante y pródiga vegetación, donde desde siempre han predominado árboles de gran tamaño como la ceiba y el jalamate.

A la vera del antiguo camino real al municipio de Jaltocán, en el otrora Barrio El Potrero (hoy colonia San José), hay un frondoso árbol de la especie jalamate de cuyas raíces brota un cristalino yacimiento de agua conocido por los habitantes de la zona con el nombre de amel.

Al respecto, el matrimonio formado por don Raúl Sánchez Nava y doña Juana Romero Espinoza, de 94 y 86 años de edad, respectivamente, los cuales son nativos del lugar y viven en la cercanía del último amel que aún prevalece en la población de Huejutla, coincidieron al expresar que el agua del jalamate en tiempo pasado les representaba, a ellos y habitantes de colonias aledañas, “vida”, porque cuando todavía no había en Huejutla tomas en los domicilios de ahí se abastecían del necesario y vital líquido

Especificó don Raúl, que en tiempo de estiaje para poder lograr un poco de agua, ya que sólo permitían que se extranjera una cubeta, se hacían de día y noche largas filas de gente e incluso, se dormían esperando su turno encima de un pretil de piedra que había junto al amel.

Por su parte, su esposa, refirió que el ahora llamado pozo primero era un manantial, después poco a poco se fue agrandando, de donde iban a traer agua incluso para ingerir, antes de que hubieran drenajes -dijo-, nos la tomábamos cruda, después ya la hervimos.

Agregó que el agua del amel de la colonia San José Potrero siempre ha tenido una peculiaridad, ya que cuando la utilizan para bañarse en época de frío  está tibia y de calor fresca, por lo que es agradable en cualquier tiempo.

Así mismo, Magnolia Ramírez, nieta de don Raúl y doña Juana, expresó que de los buenos recuerdos de su infancia son aquellas tardes en que acudía al jalamate a bañarse al río, donde habían pozas y las personas, chicas y grandes acudía a pescar, ya que había muchos peces y hasta guabina, por lo que el riachuelo al igual que el amel eran fuente de vida.

En lo que respecta al ancestral amel del jalamate, refirió qué cuando era niña (ahora tiene 48 años de edad), en el lugar, el día dos de mayo por la tarde se hacía un ritual previo al día de la Santa Cruz.

Detalló que los vecinos del antiguo barrio en esa fecha de extremoso calor hacían una procesión por las calles principales  portando tres cruces hasta arribar al pozo, la más grande la metían al yacimiento y las otras dos que eran más chicas las colocaban en cada lado.

Vecino del antiguo Barrio El Potrero acarreando agua del amel.

Agregó que después cada quien se retiraba a su casa y “cual era nuestra sorpresa -enfatizó-, que en la tarde- noche el cielo se nublaba, llovía  y al siguiente día temprano nos daba gusto meternos a nadar al río por el que corría agua impía, no estaba contaminado como ahora”.

En el mismo contexto, comentó que antes cuando traían algún santo en procesión de comunidades como Panacaxtlán y Santa Cruz, la gente para calmar la sed, ya que venían caminando bajo el inclemente sol, pasaban al amel a llenar incluso  oyules con agua.

Para finalizar, exhortó a los vecinos que acuden a traer agua y a quienes van a lavar ropa,  a que mantengan siempre limpio el amel, que no lo contaminen; y a las autoridades locales que le den mantenimiento.

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