2025-10-26 14:50:48

ESPEJEANDO Por Perseo

Una sociedad que reclama libertad, que busca bienestar, atrás quedó la simple solidaridad, la búsqueda de una felicidad infinita impulsa a una sociedad a creer que es el momento de modificar su estatus, la ruta se trazó y se perfila en un sentido práctico. El sistema en un nuevo régimen político se modernizó para cautivar y se adoptan otras prácticas necesarias para el bien del país.

Los programas federales tomaron un sentido sencillo, de humildad, son los mismos, pero con una inercia renovada que les permite a los nuevos actores políticos reconvertir el momento social, político, económico y cultural, la esperanza es una clave única que mientras Andrés Manuel López Obrador sea el timón, se verá una directriz trazada para el bienestar, después de él no se sabe.

 La acusación es que es clientelar, dicen los que los tuvieron de su lado y que saben de lo que hablan. Pero para obtener ese triunfo ciudadano los actores políticos actuales tuvieron que sortear toda clase de traiciones internas, pero antes de ellos la clandestinidad política hizo lo propio, aportó la sangre de grandes líderes del pueblo adoctrinados en un sentimiento nacionalista, patriótico.

 Aquí en nuestra región huasteca de Hidalgo, San Luis Potosí y Veracruz, los perseguidos políticos fueron una historia que dejó regados grandes ideales; la siembra de una sólida semilla qué a pesar de las grandes sequías, exceso de húmedad, traspasó cualquier barrera. Gabino Palomares lo retrata muy bien en su visita a Tamazunchale, en la que cauzó que un hombre con la simpleza de su guitarra nos advertía allá por el 2000 sobre la maldición de la malinche que se vivía en el momento, y por supuesto que era el PRD quien se reivindicaba con la sociedad como opción, antes de perder la vergüenza.

Pero hoy es bien fácil pararte en público sacar el pecho y decirte que eres del nuevo régimen, aun cuando el pasado inmediato traería un traje azul o estaba del lado del régimen del pasado, es muy fácil pararse en la acera de frente para vender una falsa moral, para buscar convencer a la comunidad que eras de ese linaje de izquierda, porque anduviste en alguna revuelta por algo, para alguien con bandera comunal y que culminó en la venta de algún movimiento social.

 Por eso hoy todos sacan el pecho y se pretenden vender como los nuevos líderes de la democracia, los justicieros de los que van de salida, pero no hicieron nada cuando los viejos daban su vida por defender sus ideales, cuando esto era un momento distinto. Tenemos que ser observadores, porque algunos hasta se rasgan las vestiduras demagógicamente y se suben al nuevo tren por conveniencia política, pero incluso hasta pretenden brincarse a los que estuvieron ahí o son semilla de esa larga ruta de congruencia.

Pero la ideología sólida es como la canción de Atahualpa Yupanqui, esa de “Los Ejes de Mi Carreta” sigue sonando en el alma al pasar los años, y no hay necesidad de que se renueve nada, así es el gusto del que da todo, por un cambio que no es para él; por algo nuevo para otros. Porque no se espera nada, solo cumplir con la encomienda personal; pero otros llegan como gaviotas detrás del barco pesquero y sin esfuerzo se elevarán con el pescado de las redes, producto del trabajo de los que hicieron la labor, de los que se jugaron la vida en altamar, entre tempestades con marea alta. Porque en el puerto es más fácil alcanzar el alimento.  

Ahí está su espejo, el reflejo de su vida incongruentes en el ser y quehacer, es más fácil caminar para adelante con las alforjas llenas, tomando la delantera de los que no tienen más que su preciada ideología, el desplazamiento político ya comenzó y los espacios políticos en el congreso local fueron lo primero que resintieron al interior de Morena.

 Por eso ahora que viene “la buena” salen a relucir “mártires”, “víctimas” el egocentrismo social para posesionarse por encima de los reales liderazgos políticos, que ven con recelo la nueva camada que los va a aplastar, que los deja en el banquillo del pasado para encaramarse al nuevo escenario, sujetos sin pasado, sin ideología ni mucho menos un presente digno o respetable.

 En esta nuestra región lo único que se respeta es el dinero, acostumbrados a tener patrón, que por siglos ha mantenido el control con una corra de hambre y miseria, los mismos; pero con otros se voltearán para quedar bien. El gatopardismo llegó, Giusepp Tomasi Di Lampedusa escribió esta novela y será realidad en Huejutla, como en el resto del estado ha venido sucediendo, en novela sobre novela; como la que escribió Franz Kafka, solo es cuestión de leer un poco y de adaptarse al nuevo momento.

Si esta realidad distorsionada de la metamorfosis de una Praga kafkiana, así nuestro entorno en el que lo inverosímil sea una realidad. Es increíble lo que hemos tenido como gobiernos municipales en la historia de Hidalgo ¿será prudente mencionarlo por adelantado? Esperemos que los nuevos gobiernos municipales concreten su nueva ruta que han trazado; para ver las diferencias con el pasado inmediato.

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