2025-11-05 07:42:10

Conmemoran el 85 aniversario del natalicio del compositor Omegar Salazar

  • En reunión familiar.

Por Salvador Altamirano/Zunoticia

Atlapexco, Hgo.- En un ambiente mezclado de melancolía y armonía familiar, con interpretaciones de algunos de los más de trescientos huapangos que compuso y otras melodías que fueron de su agrado, en voz y música de sus hijos, se conmemoró este día el 85 aniversario del natalicio del canta autor Omegar Salazar Tovar, quien nació el 13 de febrero de 1937 en la comunidad de Coyolapa, municipio de Atlapexco, Hidalgo.

De manera individual e integral con el grupo de cuerdas denominado “Trío Hermanos Salazar”, durante el homenaje póstumo que tuvo efecto en el que fue su domicilio, el cual inició con las clásicas “Mañanitas”, los herederos de su talento acentuaron la versatilidad y estilo propio de uno de los creadores de huapango más recordado en la región huasteca, quien falleció el 14 de junio del 2020 a la edad de 83 años.

Correspondió a su hija, Miroslava Salazar Lara, expresar con orgullo sincero de quien amo entrañablemente a su padre, las palabras con carácter de reseña pletórica que remarcaron la trayectoria musical y el gran amor que profesaba a su familia, su esposa, la señora Amelia Lara Guzmán, a sus hijos y a sus hermanos, con quienes durante sus cumpleaños “gustaba estar en el relajo, cantando todo el día y toda la noche, si era posible”.

“Hoy estamos aquí -inició-, para recordarlo como a él le gustaba el día de su cumpleaños, que era para mí padre una fecha grandiosa, la fiesta más bonita de todo el año, se llenaba la casa de gente, había comida, música, como ahora, por lo que creo que mi papá está feliz en el cielo porque lo estamos recordando como le gustaba…”

“…Mi papá -explicó-, fue un hombre que aportó mucho a la cultura de esta región y las familias Salazar Lara y Salazar Tovar, estamos agradecidos con las personas e instituciones que en cierta manera han reconocido su música, su talento y trayectoria. En verdad -añadió-, agradecemos a todos y todas que gustan de la música de Omegar Salazar y de los Salazar…”

Enfatizó que como padre fue maravilloso, pero muy enérgico, les daba sus cuerazos cuando se portaban mal, pero para nosotros fue único; y fuera del hogar, puso en alto su apellido del que se sentía orgulloso, con su sencillez, buena conducta, trato amable con la gente, pero, sobre todo, con su música, con sus canciones que incluso escribía sus letras cuando iba a tomar con sus amigos en servilletas, vasos desechables, cartones y madera.

En el mismo contexto, expresó: …”La música fue un imán que lo jalaba, y la  huasteca que fue fundamental en su inspiración, era su delirio, su amor, sentía devoción por esta tierra que plasmó en sus composiciones, esta región era para él, el lugar más maravilloso de la tierra, por lo que al nacer y vivir aquí tuvo una existencia muy bonita, plena, fue un hombre amado por todos nosotros y apreciado por la gente, por lo que le otorgaron reconocimientos en varios municipios…”

“…Aquí a un lado -prosiguió-, está su estudio, que aunque no he logrado colocar todos, está lleno de reconocimientos, en donde hay manuscritos con letras de sus canciones que escribía en momentos de soledad y de bohemia, las cuales son para la familia un tesoro invaluable…”

Para finalizar, Miroslava Salazar rememoró que su progenitor empezó a dar a conocer su gran talento en el año de 1966, en Huejutla, en el evento del primer centenario de la gesta de Antonio Reyes Cabrera “El Tordo”, al concursar con un huapango titulado “El tordo huasteco”, cuya letra era de su autora y la música de su papá, mi abuelo, Darío Salazar Fernández, obteniendo el primer lugar.

Escribe un comentario

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Opinión

Destacadas