2025-11-18 15:39:12

La democracia e instrumentos para hacer política a través del debate

Por Enedino Hernández/Zunoticia

Huejutla, Hgo. – Haciendo un poco de historia, podemos decir que el primer debate que se llevó a cabo en nuestro país fue el 12 de mayo de 1994 entre Diego Fernández de Ceballos, Ernesto Zedillo Ponce de León y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, así lo recuerda el profesor Floriberto Mendoza Castelán.
Expone que en esta ocasión no participaron los partidos llamados pequeños y desde esa fecha se han venido realizando a nivel nacional, estatal y municipal, organizados en su mayoría por el Instituto Nacional Electoral (INE), antes IFE.
Teóricamente los debates tienen por objeto conocer los programas de gobierno, los objetivos que se proponen alcanzar, los medios y procedimientos a utilizar para lograr dichos objetivos, atención a las áreas más sentidas de la población, los sectores que se van a beneficiar.
“También sirven para determinar las aptitudes de los candidatos; como oradores, su agilidad mental, sus habilidades persuasivas y su solidez intelectual. Con todo este espectáculo político de la democracia, se espera que el electorado pueda definir su voto.
Subraya que los medios de comunicación son los instrumentos necesarios para el libre flujo de ideas y propuestas, “La sociedad espera que los debates ilustren y se conviertan en el canal de comunicación de los planteamientos y propuestas de los candidatos; así mismo, a los ciudadanos les permita tomar decisiones”.
Para los candidatos, el debate constituye la oportunidad de confrontar sus ideas, con base a una argumentación sólida, creíble y real para convencer a los electores y también para aprovechar la oportunidad de deslindarse de las acusaciones hechas por otros candidatos.

En cuanto al análisis del debate llevado a cabo en esta ciudad de Huejutla de Reyes rumbo a la gubernatura del Estado de Hidalgo, expone que en teoría debería ser, sin embargo, lo que vimos fue producto de un pragmatismo político que rayó en la improvisación, poca seriedad desde el punto de vista técnico de lo que es un debate.
“Como primer punto observé un monólogo que se limitó a que los candidatos deberían defenderse de críticas y acusaciones o para poner en evidencia a otros candidatos. No se vio una verdadera confrontación de propuestas y visión de cómo legislar y gobernar.
Se observó una agresión entre los candidatos, lo que provoca un desencanto en la población que irrita, divide y polariza al electorado que podría desembocar en traspasar los límites de la lucha intelectual para llegar incluso a la agresión física y verbal.
No pudimos apreciar en los comentarios de ningún candidato un sistema plural y democrático que pueda incentivar a la ciudadanía de manera crítica y reflexiva en relación al voto. No se presentaron propuestas reales y factibles de realizarse, solo fueron ideas”.
Señala que los candidatos no asumieron la responsabilidad de demostrar al país y al mundo entero que son los mejores hidalguenses, con la capacidad adecuada para construir un Hidalgo con objetivos claros, que nuestro estado sí es una entidad unida, visionaria, estable, justa, moderna y competitiva.
“A mi juicio, quien ganó el debate fue la emoción y perdió la razón, el sufragio se construye a partir de un debate interno y brota un diálogo externo en un espacio reflexivo de interés ciudadano por las plataformas políticas de cada institución electoral, pero en esta ocasión no hubo un llamado a la razón sino al sentimiento, al partidismo, al corporativismo y al fanatismo, no logrando con esto cumplir los objetivos técnicos de un verdadero debate.
Estoy consciente que usted amable lector, puede no estar de acuerdo con mi criterio, sin embargo; en la lógica de un debate, aun siendo político, lo que debe de primar es el razonamiento y el interés público por sobre encima de la polarización, sin dejar de lado jamás sus ideales y convicciones.
Soy orgullosamente docente y como tal comprendo el sentido de una buena tarea escolar, por lo que si me lo permiten voy a dejarnos una pequeña tarea a todos: Que la ciudadanía y la clase política luchemos en lo teórico y práctico para perfeccionar nuestra democracia con el objeto de que los debates políticos sean un espectáculo digno de presenciar, donde se hable con verdades y no con frivolidades, donde se observen principios por encima de las bellas y engañosas maneras a las que los candidatos desafortunadamente han sometido intelectualmente a un pueblo que tiene la obligación de no dejarse engañar”.
Concluye pidiendo a la población “No enmudezcamos a la política y a la democracia con el silencio de la simulación, es tiempo de reflexionar, conquistemos la política, pero no a gritos y sombrerazos sino a través de la empatía, la solidaridad, el interés público y la razón”.

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