Dentro de una alianza política y más tratándose de partidos, lo que se comparte a valores entendidos es el candidato o candidata, el objetivo y el sentido de una lucha, los recursos económicos y los esfuerzos de compatibilidad, nada mas, pero la competencia por el voto se mantiene, simplemente justificada porque es en base al voto como se evalúa el desempeño de un partido, y lo más importante, es por la cantidad de sufragios efectivos refrendados como militantes como se aumentan o disminuyen las prerrogativas de los partidos políticos. Casi nada. Pelean internamente por su sobrevivencia, en una lucha en la que los partidos pequeños saben que solos no tienen posibilidades, pero aliados tienen igual el riesgo de ser absorbidos por los grandes y hasta perder sus registros, como ya ha sucedido.
No es diferente lo que vimos en la última contienda, lo que llama la atención es el activismo sigiloso hasta entre los mismos seguidores que seguramente hicieron comentarios que nutren este espacio, de que en los últimos días de la contienda por la gubernatura, el Profesor Francisco Sinhué Ramírez Oviedo, ex dirigente sindical de la sección XV del SNTE y uno de los principales líderes morales que impulsó el proyecto de Nueva Alianza hasta convertirlo en la actualidad en la tercera fuerza política en el Estado, como integrante de la alianza con Morena y el Partido del Trabajo; se habría reunido con liderazgos regionales, como era su función, de uno por uno, ofreciéndoles supuestamente a cambio de promocionar el voto para el candidato pero por conducto de Nueva Alianza, el control de su partido en cuanto a la nominación de candidaturas diversas en la región, invitación que se habría hecho a varios de los liderazgos pero quien habría aceptado habría sido Raúl Badillo, que de confirmarse estaría amarrando de entrada su candidatura por la municipal con un partido competitivo y cuyos liderazgos de la región entenderán seguramente que el precio de convertirse en tercera fuerza, es pagar los compromisos con lo único que se puede pagar. Pero bueno, en este momento no deja lo anterior de ser especulaciones, pero que Don Tiempo será el encargado de verificar, por lo pronto esa podría ser una buena explicación de porqué Nueva Alianza consiguió los 6,240 sufragios en el distrito, que se sumaron a los 74,317 que consiguió en el estado, pero también se entiende que fueron solamente los esfuerzos del resto de liderazgos afines al ahora gobernador electo quienes consiguieron los 33, 356 votos para Morena en el distrito de Huejutla.
Raúl Badillo conoce perfectamente los alcances de un partido político, tuvo el control del Partido Encuentro Social que alcanzó siete presidencias municipales, entre ellas la propia, y una diputación local, aunque finalmente terminó perdiendo su registro. Posteriormente se comentó que podría tener bajo su control al Partido Verde Ecologista, pero finalmente no se concretó, y ahora se comenta de esa posibilidad de tener el control de Nueva Alianza. Se antoja, la que sigue será una interesante contienda municipal.