- Han sido ignorados por la sociedad y las instancias gubernamentales.
Por Karen Rivera/Zunoticia
Huejutla de Reyes, Hgo. En condiciones inhumanas viven ciento setenta y dos miembros de la congregación Cristiano- Bautista “La Gran Comisión”, que desde hace dos meses fue desterrada de Rancho Nuevo y Coamila, en ese lapso se ha enfrentado, no solo a las inclemencias del tiempo, sino a diferentes adversidades, pero su Fe ha sido más fuerte y los mantiene unidos.

Bebés, niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y hombres, están viviendo una situación crítica en las instalaciones del Auditorio, padecieron las altas temperaturas en condiciones inhumanas, sin que las autoridades den una solución y sin contar con algún apoyo de las instancias como Derechos Humanos.

Amontonados entre cantidades de maletas y objetos, en algún rincón, es donde permanecen, pasando largas noches y padeciendo las inclemencias de la madre naturaleza.
En este espacio se han organizado para preparar los alimentos y hacer sus necesidades fisiológicas, ya que solo cuentan con dos sanitarios y dos regaderas para asearse los 172 miembros de la congregación.

Afuera de las instalaciones han buscado el modo para lavar la ropa y hacer sus tareas, mientras los varones se encargan de buscar el sustento, las mujeres se dedican al cuidado de sus hijos y hacer las labores domésticas.

El pastor señaló “En estas instalaciones nos quedamos, dormimos, comemos, es un espacio donde nuestros hijos juegan, sabemos que son procesos de dificultades por cuestiones religiosas, aunque nuestro municipio no lo quiere reconocer que la situación es por religión, ellos nos han señalado que son temas sociales, políticos y temas familiares, pero no, es un tema religioso y por esa razón estamos aquí, pero estamos esperando que llegue la ayuda de las autoridades municipales y estatales”.
Aseguró que, durante los días de altas temperaturas y la sequía, estuvieron padeciendo la crisis, donde aseguró que sufrieron mucho.

Explicó que han salido a flote gracias a las diferentes congregaciones de Iglesias Cristianas, Evangélicas y Bautistas del municipio y de otros Estados, quienes se han sumado a la tarea de llevar despensas, prestar o donar ventiladores, “hubo quienes nos trajeron diversos aparatos electrodomésticos para poder vivir en este auditorio”.
En el lugar existen personas enfermas, adultos mayores y bebés, quienes se tuvieron que adaptar a estas condiciones de vida, mientras se resuelve la situación por la que atraviesan.
Comentó que las diferentes iglesias se han organizado para llevarles alimentos, agradeciendo estas atenciones que han tenido hacia ellos.
Sin embargo, aseguró que resintieron la crisis hídrica y que se vieron en la necesidad de comprar pipas de agua, la cual, les dura de cuatro a cinco días.
“Nosotros hemos pagado desde hace tres semanas el agua, que estaba en $1,500.00, pero subió a $2,000.00 pesos”.
Indicó “nosotros también nos encargamos de comprar los garrafones de agua para tomar, con ello preparamos nuestros alimentos y todo lo que ocupamos en este alojamiento, nosotros lo compramos, porque la presidencia nada más nos ayudó una semana con comida”.
En cuestión jurídica, por los destrozos y daños que sufrieron en sus hogares, el Pastor señaló “En la Agencia del Ministerio Público el caso ahí va, están rastreando a las personas que nos violentaron, a pesar de eso, el caso va muy lento y esperemos recibir en estos días buena respuesta”.
Finalmente hizo un llamado a la sociedad, sobre todo a los delegados y los pueblos indígenas, para que apliquen de manera correcta los usos y costumbres, ya que en muchas ocasiones se comenten abusos y perjudican a terceros.