Por Esmeralda Vargas/Zunoticia
Tianguistengo, Hgo.- En el corazón de Tianguistengo, entre las colonias Tlachichilco y Chichitla, se alza una construcción que es testigo de un pasado vibrante: el centenario. Este antiguo mercado, que ha resistido el paso del tiempo, no solo ha sido un punto neurálgico de intercambio comercial, sino también un pilar en la vida económica y social de la región.
Construido en estilo colonial, el centenario refleja la arquitectura de una época pasada, y en su interior, los visitantes aún pueden observar una pileta y un pozo, vestigios de su antigua función. El mercado ha sido históricamente un lugar donde se podía encontrar de todo, desde una simple aguja hasta gasolina y ganado, ofreciendo un vasto surtido de mercancías.
Lucía Ortega Olivares, quien vivió de cerca el auge del mercado en la década de los 60, comparte su experiencia y recuerdos de aquellos años. “En el 66, este lugar era como una bodega donde encontrábamos todo lo que se buscaba”, rememora Lucía. “Nos pagaban $50 al mes, y éramos alrededor de 10 trabajadores. Algunos se encargaban de ordeñar las vacas y cuidar los puercos; ya que todo esto se vendía”.
El centenario no solo fue un punto de venta, sino también una fuente significativa de empleo para la comunidad local. Su papel como centro de distribución era crucial para la Sierra y la Huasteca, facilitando el flujo de productos de estas regiones hacia otras áreas.