100 toneladas de basura que representa Huejutla promedio al día, al menos 70 de San Felipe Orizatlán, y lo que genera los municipios de sierra y huasteca, Jaltocán, Atlapexco, Yahualica, Calnali, Tiangistengo, Xochiatipan, Huautla, Huazalingo, Tlanchinol, Lolotla, Xochicoatlán, Molango Y Tepehuacán de Guerrero, entre otros; todos tiraderos a cielo abierto, representan un peligro a la salud pública.
El crecimiento demográfico también ha acrecentado el número de toneladas de basura en nuestro entorno, que afecta directamente al subsuelo, macro agua, macro y micro flora, fauna, con ello incrementa la posibilidad potencial de deteriorar la salud de los ciudadanos bajo micro gramos de veneno disuelto en agua, y aun cuando se cuenta con un estado debidamente legislado en materia de regulación de residuos sólidos en Hidalgo, ningún municipio ha logrado poder estar dentro de norma.
Estos temas provocan molestia en la ciudadanía, y lejos de terminar con un problema que tiene un soporte técnico, es usado para generar conflictos sociales, con banderas que distan de estar a la altura de resolver problemas, sino de provocar enconos sociales para impactar acciones de gobiernos, el tema es complejo pero la tarea que tienen enfrente los alcaldes electos, no solo es la COVID-19.
Quemar los basureros no es la solución, esto ya lo usan algunos como una salida al problema, generando más daño que beneficio y esto debe ser sancionado por las autoridades correspondientes, por supuesto, los ciudadanos pueden denunciar, para eso hay instancias y los gobiernos municipales no son autónomos, saben que son objeto de ser sancionados acorde a un procedimiento administrativo.
Pero además quemar la basura produce gases tóxicos, gases que al ser inhalados afectan la salud, pero además trae consecuencias como daño en la piel y ojos, cuando autorizan la quema de la basura lo que están generando no es terminar con la basura, estarán dañando la salud de la población, es el caso que generó inquietud en recientes días en Atlapexco, que por fortuna la quema fue rápida, pero sí generó molestia en algunos sectores.
En Huejutla la molestia en las comunidades aledañas por la contaminación provocó el cierre del inmueble en donde se almacena la basura; en recientes días un estudio realizado por biólogos y expertos dejó en claro que Chalahuiyapa no alcanza a ser contaminado, que su arroyo lo han contaminado las mujeres que van a lavar su ropa según la observación, pero las circunstancias de coyuntura política en diferencia natural se mantienen muy fuerte.
En Calnali de esta misma forma el tiradero a cielo abierto en El Plan de 8 toneladas diarias, aunado a un reclamo de falta de agua como parte de un conflicto post electoral, pues genera algunos enconos naturales, que no siempre terminan bien; hoy con la presencia de algunos grupos autodenominados autodefensas, en las que consignas temas municipales y en la que quienes se han presentado son un referente de la ciudad de México, implica simples esquema de pretensiones quizá desestabilizadoras.
Tomando en cuento que Calnali tiene autoridades plenas instaladas y que cuentan con autonomía para respuestas, el que lleguen personajes externos solo implica que busquen azuzar a la confrontación entre pueblo y poder municipal. Por eso vimos con interés que Luis Villegas, el que fuera candidato del PAN al gobierno municipal, salga a declarar en reconocimiento a las autoridades instaladas, a que los calnalenses pueden resolver sus problemas, que el proceso electoral ya pasó y que existen quienes pretenden estacionarse en el pasado como una bandera con tintes meramente políticos, al siguiente proceso electoral, en donde Morena no cuenta con suficiente presencia, de acuerdo a los números arrojados en la elección ………. En el contexto político no todo es poder político y dinero, cuando alguien obtiene eso como encontrado por algún lado, sin costarle nada, sin entender que ese poder entregado por la sociedad lleva emblemáticamente la obligatoriedad de responderle a quien le dio el poder; significativamente las cosas no habrán de terminar bien. Quizá, por la cercanía de un nuevo proceso electoral en la que Fortunato Rivera aún es legislador federal por la gracia del presidente de México y buscará reelegirse de nueva cuenta, pero ahora sin el hecho histórico donde el ahora presidente de México se convirtió en el 2018 en un factor de popularidad, y tampoco con el respaldo del Grupo Universidad enquistados en espacios como los Programas Federales.
Pero hoy el legislador tiene que ser llamado a cuentas, explicarle a la sociedad lo que hizo, porque eso de buscar ser de nuevo legislador es un derecho que la ley le entrega, pero ese derecho tendrá que ser refrendado por la sociedad; por cierto los legisladores federales de Hidalgo buscan reelegirse a la par cobran mientras buscan ser otra vez candidatos, la nueva ley les permite ser incluso candidatos y cobrar en el Congreso de la Unión, más desfachatez imposible en esas leyes a modo que se hicieron los legisladores federales.
Llegó el momento del pueblo de tomar decisiones importantes, porque el Congreso de la Unión es un alto significado en las determinaciones para el país, de ese poder que entregue el pueblo depende lo que habrá de pasar en las acciones futuras con el manejo de los recursos públicos en pro de acciones para todo tipo que implique mejorar las condiciones del pueblo.